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martes, 30 de junio de 2015

Sabores




La vida está llena de sabores. Sabores dulces, salados, amargos... sabores.
Por eso, saborea la vida. No, mejor aún, saborea cada día, cada hora y cada momento de tu vida. Saca el jugo de cada instante, del perfecto y del imperfecto. Saborea lo bueno, saborea lo malo, saboréate. Saborea el ahora y no anticipes el mañana.
Saborea la quietud. Saborea el silencio de madrugada y los matices de una conversación. Saborea desde el primer sorbo de café, hasta el último pensamiento del día. Saborea la consciencia y la inconsciencia. El amor y el perdón. El fuego del verano y el hielo del invierno. La alegría y la tristeza. La pasión y la ira. La luz y la sombra. El sol y la luna. Porque nunca nada dura por siempre, ni dura por nada. Hoy puede que esté muy amargo, quizá mañana sepa mejor.
Saborea el miedo y déjalo libre. Saborea el amor y atrápalo.
Luego están los sabores agridulces, de esos que si sí, que si no. De quiero y no puedo, o puedo y no quiero. Cuando es todo y luego nada. De esos en los que estás a punto de meter un gol y pitan el final del partido. Donde el placer se tiñe de amargor.  Amores que empiezan en caricias y acaban en lágrimas. Instantes en que lo darías todo, y al minuto no darías nada. Momentos en que la vida te regala y al segundo eres tú la que le suplicas. Instantes que te destruyen en mil pedacitos por dentro y te unen por fuera.
Saborea el mundo, pero sobretodo tu mundo.



viernes, 26 de junio de 2015

Amor o ficción?

Alguna vez te has sentido decepcionado con la persona que más quieres en el mundo mundial?
Muchas veces me cuestiono de quien es la culpa realmente, si la decepción es con uno mismo y no con la otra persona.
Quizás no debería crearme en la cabeza esas auténticas escenas románticas cuál película de Julia Roberts.
Quizá deberían habernos explicado que la vida no es tan perfecta como los cuentos de disney, que la vida, por mucho que parezca una obra de teatro, es más real de lo que nos gustaría.
Quizá en nuestro mundo no exista un Patrick Swayze
Quizá y sólo quizá nuestro costill@ no tenga la capacidad de Sandro rey para adivinar nuestros pensamientos más suculentos (anda que no estaría bien eh? guiño quiño)
Quizá la película de la cenicienta ya esté pasada de moda.
Quizá deberíamos reclamar lo que queremos, no acumular silencios. Hablar en voz alta y que nos escuche hasta el vecino del noveno.
Porque me niego a creer que el amor es simplemente un príncipe azul. ¿Dónde queda la comprensión, el cariño, la pasión, la compañía, la locura, las miradas que lo dicen todo, los momentos en que matarías a esa persona y al segundo la comerías a besos..? Amar es puro arte! Así que sólo puedo decirte que ames, que ames mucho, a un hombre, a una mujer, a tus amigos, a quien sea, pero ama! sobretodo a ti mism@, porque no puedes dar lo que no tienes.
Quizá no deberíamos esperar a que pase algo, a que la otra persona haga lo que esperamos de él y hacerlo uno mismo, porque la vida pasa demasiado rápida y los momentos no vuelven a ser los mismos.
Porque el amor no se gasta por mucho usarlo queridos
Quizá deberíamos plantearnos que comer perdices está sobrevalorado, y un buen bocadillo frente al mar tampoco está tan mal no?







jueves, 25 de junio de 2015

Hoy va de tradición y leyenda....

Me encantan las leyendas! Son capaces de teletransportarnos a otra época y lugar totalmente distintos. Es increíble como prácticamente de todo lo que conocemos existe un antiguo cuento que ha ido pasando de generación en generación. ¿No os parece por lo menos curioso?
Recuerdo de niña cómo escuchaba con expectación el momento en el que los abuelos, profesores, compañeros mayores ( contaban leyendas urbanas realmente espeluznantes, y a ver luego quien dormía por la noche...) contaban una. Era el momento en el que mi mente podía volar a una realidad totalmente desconocida para mí.

Hoy voy a hacer mención a la foto de fondo que asoma detrás de éstas líneas. Es una imagen del DIENTE DE LEÓN. Es una planta mágica, tanto por sus propiedades como por la historia que hay detrás de ella. Es frágil, prácticamente con el roce, las semillitas blancas se desmoronan volando arrastradas por el viento. Sin embargo es tenaz y un fuerte superviviente, capaz de desarrollarse en un amplio abanico de lugares.
¿Quién no ha soplado sus semillas pidiendo un deseo? Creo que todos hemos caído en esa tradición. Ese momento en el que todo podía ser. En el que todo tu mundo se paralizaba cuando soplabas, y lo único que importaba es que todas y cada una de las pequeñas plumitas blancas volase lejos...

Se narran un montón de relatos sobre el diente de león. Cuentan que el guardián de las cosas bellas de la vida daba a sus pequeños alumnos una semilla de diente de león para ser arrastrado por el viento. Éstos volvían hacia casa volando para reafirmar su espíritu en relación con la vida. Otras leyendas hablan de los gnomos y las hadas, que se vestían de color amarillo para que las personas no los pisasen, y dentro de cada diente de león habita el espíritu de un hada.

Y no son menos numerosos sus usos terapéuticos. Se usa tanto las raíces, como las hojas y las flores.

  • Es diurética y drenante
  • Mejora las funciones del hígado y lo protege
  • Ayuda en el tratamiento de gota al disminuir el nivel de ácido úrico
  • Disminuye la presión arterial
  • Digestiva
  • Ayuda en problemas reumáticos
  • Muy útil a modo de cataplasma en verrugas, llagas, heridas, eccemas, impurezas

Dentro del campo emocional, ayuda a tomar decisiones, en momentos de depresión, estrés, decaimiento, inseguridad, tensiones. Aporta equilibrio, paz, consciencia, da fuerza para lograr los objetivos.
¿No es preciosa?